*Por: Víctor López García
La Asamblea Constituyente siempre ha sido considerada como la suprema expresión de poder jurídico y político en todas las sociedades democráticas y también (a su manera) incluso en los regímenes dictatoriales para legitimar -más que para legalizar- decisiones y acciones políticas y gubernamentales. Así ha ocurrido a través de la historia de las naciones democráticas con muy raras excepciones. Incluso para las transiciones de una dictadura a una democracia, esta máxima expresión de poder político gubernamental siempre se adoptó como una necesidad indispensable para pasar de un régimen a otro.
Pero ahora asistimos al montaje de una Asamblea Constituyente muy singular que ha inventado el régimen corrupto y criminal de Nicolás Maduro con el propósito de seguir saqueando al país llanero con la complicidad del gobierno cubano (y el silencio cómplice o el silencio de la izquierda peruana, latinoamericana y mundial) que ha invadido a la Patria de Bolívar con militares y policías, médicos y profesores cubanos, para continuar perpetuándose en el poder en contra del pueblo venezolano que en su inmensa mayoría está en contra de la dictadura asesina que mata cada día a los ciudadanos con la falta de alimentos y medicinas; o los mata con las balas de los paramilitares, policías y militares que reprimen cada día en todo el país a los cientos de miles de ciudadanos de todas las edades y de todos los sectores sociales que adversan a sus tiranos y exigen libertad y democracia.
Como el régimen comunista venezolano tiene el rechazo mayoritario de la población electoral, no se atreven a realizar un proceso electoral constituyente normal, como se hace en cualquier país. O sea, con la participación de partidos políticos y políticos. No. Como en los regímenes fascistas como el de Mussoloni en Italia, está convocando una elección completamente corporativista donde la previa selección y luego elección mayoritaria de los constituyentes va a ser a través de organizaciones pseudo representativas de la población. De esta manera los asesinos saqueadores del pueblo llanero van a continuar manteniendo la totalidad del poder político gubernamental; quitando de en medio a la actual Asamblea o Congreso Nacional que controla en mayoría este poder del Estado.
Los auténticos demócratas, que siempre hemos creído en la democracia como la mejor forma de gobierno de los pueblos, y que también siempre nos hemos opuesto a toda forma de dictadura -ya sea capitalista o comunista- tenemos que denunciar desde cualquier lugar o medio en que nos encontremos esta farsa -cómica y trágica-.
*Sociólogo, Politólogo y Comunicador.